¡Mención de honor! Este relato recibió muchísimas felicitaciones por parte de los compañeros y una mención de honor por parte del jurado. Si ellos, que son los verdaderos expertos, dicen que es bueno, es porque lo será.
Día 22. La palabra era silencio
Después de la mención de honor, me vi crecido. Dejé de experimentar con temáticas nuevas que nunca antes había escrito y retomé mis habituales tramas de terror. Este relato gustó muchísimo por la mezcla de cariño y miedo. Lástima que no ganase ningún premio.
Día 23. La palabra era talismán
Otro relato de terror. Esta vez, jugando con la fantasía. Cuando publiqué el relato tuve la sensación que me había equivocado de fondo. Quizás, en lugar de una imagen tipo "western" habría sido más interesante poner una atracción de feria con muchas luces. De todas formas, el relato gustó al público y a mí me resultó muy divertido escribirlo, que es lo importante.
Día 24. La palabra era melifluo
Con los relatos de terror recibí muchas críticas positivas, ¿pero qué hay de los relatos de amor? Volví a experimentar. Este relato pasó sin pena ni gloria. A muchas personas les pareció indiferente y a mí también. Es un ámbito que considero que he de trabajarlo mucho más.
Día 25. La palabra era crear
Relato cutre. Ese fue el nombre con el que guardé la imagen en mi ordenador. No me gustó nada este relato. Lo hice en un día que llegaba tarde a concursar. No se me ocurría nada que me gustase. De nuevo, me encontré con una palabra muy ambigua que podría utilizar en cualquier contexto y que, de haber tantos, ninguno alcanzaba a apasionarme. Escribí lo primero que me vino a la cabeza. Lo primero malo.
Relatos de los día anteriores:
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