Creo que comentar la serie o película de moda una semana
después de su final se va a convertir en una costumbre del blog. Los que me seguís
por redes sociales sabéis lo mucho que me gusta hablar de cine, de historias en
general. Y es que amo el arte de contar y que me cuenten historias. Prefiero que
alguien me cuente un cuento (ver una peli, leer un libro…) a salir por ahí a
beber. Stranger Things es un buen cuento. La primera temporada es una maravilla
de visionado obligado. Uno de los primeros grandes éxitos con el sello Netflix.
Vamos por su cuarta temporada. La primera se estrenó en 2016, hace seis años.
Pocas series logran mantenerse en el candelero durante tanto tiempo. Eso es
algo a tener en cuenta.
En este artículo hablaré de la reciente cuarta temporada: lo
que me ha gustado y lo que no. Sí, hay spoilers. ¡Claro que habrá spoilers! Si
no has visto la serie, estás a tiempo de retirarte en este momento. ¿Sigues aquí?
¡Pues adelante! Cabe mencionar que no voy a contar la historia de la serie; para
eso tienes mil vídeos en youtube que te hacen un resumen en 10 minutos de toda
la temporada. Me centraré en los aspectos narrativos. ¿Por dónde empezamos? ¿Lo
bueno o malo? Empecemos por lo bueno y dejemos lo malo para el final, que es
más divertido.
Stranger Things, temporada 4 |
Lo que me ha gustado de Stranger Things 4
-Hawkins. El pueblo en el que sucede la historia está más
vivo que nunca. Funciona como un personaje en sí mismo. Oímos, a través de
diálogos de fondo, como si estuviéramos en el mercado o dando un paseo, rumores
que afirman que el pueblo está maldito. Las leyendas corren a través de un
entramado ovillo de voces de los habitantes de Hawkins y nosotros formamos
partes de ese ovillo. La escena en la auditoria, donde los rumores dejan de ser
rumores y se convierten en una amenaza real, me parece la mejor de la
temporada.
-Dungeon and Dragons. No puedo dejar de mencionar el rol.
Desde la primera temporada, se nos ha acostumbrado a formar una metáfora entre
la partida de rol que tienen los protagonistas en el primer capítulo con lo que
veremos a lo largo de la historia. En esta temporada, además de la mencionada metáfora
con Vecna, el juego toma un papel protagonista en la trama. El pueblo de
Hawkins acusa a los jugadores de formar parte de una secta satánica. ¿Os suena?
Sí, lo mismo sucedió (y todavía sucede, aunque en menor medida) en la realidad.
Yo soy hijo del Warcraft, el Dungeon and Dragons me pilla un poco lejos, y bien
que viví esas acusaciones sobre sectas cuando era pequeño.
-Victor Creel. La historia de Victor Creel es el hilo
conductor de la serie, lo que enlaza las diferentes tramas que suceden en la
temporada. Me encantó. Podría ser perfectamente una historia de mi pueblo, o del
tuyo o del vecino. Es algo conocido. Un cliché bien utilizado. El padre
inocente que es acusado de matar a su familia. ¿Cuántas veces hemos escuchado
esa historia? Muchas veces, para ser justos, pero pocas tan bien contadas como
se ha hecho en esta temporada.
-Eddie Munson. Hay que hablar del mejor personaje de la
temporada. ¡Qué bueno! Todo lo que antes he mencionado: la maldición, los
rumores sobre satanismo y las muertes espantosas explotan en la cara de Eddie,
un chico nada normal según los estándares americanos. Es un personaje que lo
vemos reír, llorar, jugar, luchar y amar. Tengo la teoría que la elección de su
apellido no ha sido arbitraria, que hay una analogía entre Eddie MUNSON y
Charles MANSON, pero esto es una teoría mía que no está confirmada y que me
gusta pensar que es real.
-Master of Puppets. El lunes, después de ver el final de la
serie el fin de semana, llevé la camiseta del álbum de Metallica al curro. ¡Menuda
escenaca! El aspecto visual de la serie es impecable y aquí, con la canción a
todo el volumen, dan rienda suelta a todo su talento creativo. Mola muchísimo.
Dude, best most metal ever.
-Maxine Mayfield. Dejo lo mejor para el final. Max nunca me
interesó. Me pareció lo peor de la segunda temporada y en la tercera, es su
hermano quien eclipsa a todos los personajes de su entorno. Los guionistas han
querido dedicar esta temporada a Max y menudo trabajo más bueno que han hecho
con ella. Me ha encantado. Vuelve a estar presente el trauma del padre ausente
que vimos con Will y Jonathan en la primera temporada. A esto se le suma un
hermano muerto, una tristeza tan inmensa que nadie puede ayudarte y la
maldición de Vecna. Sobre todo, la maldición de Vecna. Once, su única amiga,
está a muchos kilómetros de distancia. Lucas, que vive en Hawkins con ella, está
más interesado en pertenecer al grupito de los guays. Papá se ha ido. Billy ha
muerto. ¿Y mamá? Ay… mamá…. No la vemos en la serie. ¿Dónde está? Trabajando. Ella
tiene que sacar lo que queda de su familia adelante. Está trabajando.
Maxine Mayfield |
Lo que NO me ha gustado de Stranger Things 4
-Conversaciones de ascensor. Me inventé el término en
twitter, cuando vi la primera temporada de The Boys. Seguro que lo he
mencionado en El Laboratorio, pero no recuerdo en qué artículo. Cuando hablo de
“conversaciones de ascensor” me refiero a esos “diálogos” en los que solo habla
una persona y empieza con una conversación banal, pero que pretende ser
profunda, cuando en realidad resulta aburrida y antinatural. Es como iniciar
una conversación en un ascensor con una persona que quieres conocer, pero no
sabes cómo empezar a hablar. Por ejemplo, si hablamos de Stranger Things, me
refiero al momento de los LEGOS entre Jonathan y Will o el gatear hacia atrás
de Steve. Hay más momentos así, pero estos son los que más destaco. Las
personas normales no hablamos así. “Las conversaciones de ascensor” me resultan
muy incómodas y me sacan de la historia.
-Flanderización. Este término no me lo he inventado yo,
existe de verdad. Hace referencia a esos personajes que, a lo largo de las
temporadas, pierden rasgos que los definían y se convierten en personajes de
una línea. El término viene por Ned Flanders quien, en sus primeras temporadas,
era un buen vecino, un buen padre, un buen esposo, un buen cristiano, atento,
cariñoso…. Y ahora es un ultrareligioso que oprime a las personas que tiene
cerca en son de su injusta moral. No tiene otra línea que esa. Esto pasa con
los personajes más antiguos de Stranger Things. Joyce era en la primera
temporada una madre que lo daba TODO por sus hijos. No le importaba que el pueblo
pensase que estaba loca, ella iba a ser lo que sea por su hijo perdido. En esta
cuarta temporada, abandonó a sus hijos para irse a Rusia a salvar a Hopper. A Jonathan,
el que fue mi personaje preferido en la primera temporada, no solo le vimos
refugiarse en la música para afrontar que su padre abandonase su familia, sino
que, además, le vimos interesarse por el arte de la fotografía, animar a su
pobre hermanito compartiendo lo que a él más le gustaba, la música, y ayudar a
su madre que parecía que estuviera volviéndose loca. En la cuarta temporada
solo fuma porros para evadirse de todo. ¿Y lo demás? Desaparece. No son los
únicos personajes que sufren de flanderización, pero sí los que más me molesta
porque fueron mis preferidos en las anteriores entregas.
De izquierda a derecha: Argyle, Jonathan, Once, Will y Mike |
-Nancy. Este personaje merece una mención especial dentro de
lo malo. Nunca fue mi personaje favorito. Es una niñata egoísta que cree que el
mundo gira a su alrededor. La actriz lo hace super bien. Nos recuerda que Nancy
sigue cargando con el peso de su amiga en la primera temporada. A esta muerte
hay que sumarle una más, la de su compañero en el periódico de la escuela. Otra
muerte que es fruto del egoísmo de Nancy y que… aquí se olvida bien pronto. Ni
a Nancy ni a los guionistas les preocupó que muriera el chico. Lo siento, no
recuerdo el nombre, pero no importa porque ellos tampoco.
-Subtramas olvidadas. Y es que los guionistas son muy
olvidadizos. Durante toda la temporada se nos va presentan nuevas subtramas que,
en el capítulo final, se solucionan con un chasquido de dedos (literalmente, ya
veréis). Justo mis tramas favoritas: la acusación de satanismo, el pueblo de
Hawkins armado y dispuesto a matar a los jugadores de rol (no solo a Eddie, a TODOS),
los policías que pierden el control de la ciudad…. ¡Cómo mola! El Hawkins de
nuestro lado es más peligroso que el del otro lado. Mentira. Al final todas
estas tramas no van a nada.
-Fundido a negro y elipsis de dos días. ¿Y cómo solucionar
todas las tramas que se han abierto a lo largo de la temporada? Con un fundido
a negro y una elipsis de dos días. Ojalá estuviera exagerando. Luego de
derrotar a Vecna en el otro lado, la escena se funde a negro. Estamos unos
segundos de silencio y…. elipsis de dos días. El pueblo está destruido por unos
terremotos. Se nos dice que ha habido varios fallecidos por derrumbamientos.
Vemos que los habitantes de Hawkins están en una especie de polideportivo que
sirve como refugio y…. ¿Qué hay sobre la secta? Eddie Munson ha desaparecido,
pero todo el mundo sabía que Justin y Mike jugaban al rol con Eddie. ¿No les
interrogan? ¿No les criminalizan por lo que ha sucedido? ¿Y dónde está el
pueblo armado que vimos? ¿Y los policías? ¿Y los padres de los protagonistas
que empezaban a creer realmente que sus hijos eran unos asesinos satánicos? Pues
se ve que esas tramas tan interesantes se resolvieron fuera de cámara, durante
la elipsis de dos días. Una solución muy tramposa.
-California y Rusia. La serie la divido en tres tramas: Hawkins,
California y Rusia. Sí, en este artículo he hablado principalmente de la trama
de Hawkins. Y es que las otras dos tramas son de lo más aburridas. No las noto
reales. A parte de previsibles, si no me las creo. No me creo que un avión se
estrelle en medio de los páramos soviéticos y que, en cinco minutos, encuentren
la cárcel que buscaban. No me creo que, en un tiroteo en una casa pequeña lleno
de militares armados, ninguno de los personajes principales, los adolescentes,
sufran ninguna herida. No me creo los flashbacks de Once por el recurso visual
de mantener su edad actual, que todo el mundo la acose en cualquier sitio donde
va porque… así lo dice el guion. Porque todo el mundo la coge manía, sea en el
instituto o en la escuela para jóvenes mutantes de Charles Xavier.
¡Y ahora te toca a ti! ¿Estás de acuerdo conmigo o crees que
soy un hater de tres al cuarto? ¿Quieres añadir algún punto más que se me ha
pasado? Me gustaría mucho conocer tu opinión.
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